El coronel Juan Domingo Perón cobra creciente protagonismo dentro de la política argentina. Además de vicepresidente del gobierno de facto surgido del golpe de 1943, retiene los cargos de Ministro de Guerra y Secretario de Trabajo. Desde este último cargo promueve amplios beneficios a la clase obrera. Un grupo de militares contarios al ascenso político del coronel fuerza su renuncia y posterior encarcelamiento. Organizaciones sindicales responden llamando a una movilización para reclamar la libertad de Perón. Cientos de miles de obreros y habitantes de las zonas humildes de Buenos Aires confluyen en la Plaza de Mayo y permanecen allí, hasta que el 17 de octubre a la noche Perón aparece en uno de los balcones de la Casa de Gobierno. A cambio de su liberación y el compromiso de realizar elecciones, Perón accede a calmar las masas reunidas en la plaza. Con la liberación del coronel comienza a estructurarse lo que luego sería el movimiento justicialista, el actor político principal de los últimos 65 años de la historia argentina. El peronismo celebra cada 17 de octubre como ‘Día de la lealtad’ en recuerdo de esa jornada.