Un grupo de 58 mercenarios encabezados por el filibustero norteamericano William Walker desembarca en Nicaragua el 16 de junio de 1855. A instancias del líder del Partido Democrático de Nicaragua se suma a las fuerzas de choque de ese partido. Pero pronto decide iniciar su propia campaña militar y toma la ciudad de Granada con ayuda de un grupo de milicianos nicaragüenses. El norteamericano se proclama mandatario del país el 12 de julio de 1856 y, entre otras medidas, declara el regreso del sistema esclavista y su intención de gobernar toda Centroamérica. Derrotado por los ejércitos guatemalteco y salvadoreño, Walker debe huir a Panamá en 1857.