La dictadura del presidente chileno Augusto Pinochet no puede resistir las presiones para convocar a elecciones. Tras 15 años de poder, la combinación de represión y crecimiento económico le permiten mantener el control efectivo del escenario político chileno. Pero el apoyo de sus partidarios no es suficiente para evitar las manifestaciones de los que reclaman la realización de comicios libres. En 1988 Pinochet llama a un referéndum para el 5 de octubre de 1988, en el que pueblo chileno debe expresar su opinión respecto a si debía permanecer en el poder hasta 1997 o convocar a elecciones. El resultado de la coalición de partidos opositores al gobierno es contundente: 56% de los chilenos reclaman más democracia. El 14 de diciembre siguiente se realizan los primeros comicios desde 1971. El 11 de marzo de 1990 el general Pinochet se ve obligado a dejar la presidencia, aunque retienen el cargo de jefe de las Fuerzas Armadas.
