A las 4:07 AM del 28 de agosto de 1973, un terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter afecta a la costa oriental de México. El sismo destruye parte de Orizaba y termina con la vida de 539 habitantes de esa ciudad, muchas de las cuales se encontraban durmiendo en el momento de la tragedia. La violencia del terremoto también causa daños en las ciudades de Serdán, Puebla, Córdoba y Nogales. La magnitud de la destrucción se incrementa por la construcción antigua de muchas edificaciones. El total de víctimas fatales asciende a 1.200 personas.