Salvatore Giuliano, el ‘Robin Hood siciliano’, un campesino, separatista y bandido reconocido por robar a los ricos y redistribuir los botines a los pobres aldeanos italianos, fue tiroteado por tropas del gobierno italiano un día como hoy en el año 1950. Nacido en la provincia italiana de Palermo, Giuliano tuvo trabajos extraños en su juventud, como técnico telefónico, transportador de aceite de oliva y en la construcción de caminos. Reunió una banda de 50 bandidos, criminales, desertores del ejército y hombres sin hogar bajo su liderazgo, y les proporcionó entrenamiento de estilo militar y los utilizó para defenderse de sus enemigos. Giuliano también se unió al grupo separatista siciliano, el Movimiento de Independencia Siciliano, que buscaba una Sicilia soberana e independiente del control italiano. Como separatista, Giuliano se convirtió en un gran problema para las autoridades italianas. Sus ataques al gobierno atrajeron la atención internacional y lo convirtieron en una figura legendaria. Luego de su muerte, la revista Times escribió que, por años, Giuliano ‘había sido el rey de los bandidos en una tierra donde todos ellos eran considerados reyes’.