El sacerdote Roberto Landell de Moura es uno de los genios olvidados de la historia. En 1892, logra transmitir un mensaje de manera inalámbrica y establece los principios para el envío de sonidos por radioemisión. Realiza su transmisión inalámbrica de voz dos décadas antes que Guillermo Marconi, ‘inventor oficial’ de esa tecnología en 1914. Los primeros experimentos de Landell para utilizar la variación de señales de luz como transmisor de impulsos sonoros comienzan en 1982 en la localidad de Campinas, en las afueras de Sao Paulo. El 9 de marzo de 1901 presenta su invento a la oficina de patentes de Brasil y en 1904 se le concede la patente en EE.UU. Pero la sociedad brasileña de la época observa con superstición el trabajo del sacerdote y Landell debe emigrar en 1900 ante la falta de apoyo del gobierno y el destrozo de su laboratorio por parte de desconocidos.