El 12 de agosto de 1841 el superintendente de la colonia inglesa de Belice, el coronel Alejandro Mc Donald, informa a Nicaragua que Miskitia, parte del territorio de esa nación, ha pasado a ser un reino independiente bajo la protección de Gran Bretaña. Mc Donald hace valer su rol de tutor de George William Clarence, el príncipe heredero de la dinastía Miskitia, una supuesta realeza inventada con nativos de la zona. Detrás de la alquimia monárquica estaba al ambición de Londres por controlar las tierras que permitieran la construcción de un paso entre el Atlántico y el Pacífico. Nicaragua responde enviando tropas para retomar el control de la región, pero una contraofensiva inglesa las oblga a retroceder. Nicaragua pide la intervención de EEUU y logra la firma del tratado Clayton – Bulwer el 19 de abril de 1950 mediante el cual Gran Bretaña renuncia a apoyar la creación de un reino miskito.