Un día como hoy en el año 1869, desafiado por el emperador Luis Napoleón III para producir un sustituto satisfactorio de la manteca apropiado para las fuerzas armadas del imperio, el químico francés Hippolyte Mege-Mouries patentó una sustancia llamada oleomargarina, luego conocida como margarina. Al enfrentar una población en crecimiento y multitudes de soldados y marineros franceses cuyos requisitos nutricionales no se satisfacían, el emperador Napoleón III lanzó un concurso en el que ofrecía un premio a aquél que pudiera fabricar un sustituto exitoso para la manteca, el producto más preciado del alimento francés. Mege-Mouries comenzó a trabajar en el desafío de Napoleón y, luego de dos años, salió de su laboratorio con una exitosa sustancia. El nombre del producto, margarina, se aprobó por el lustre perlado (la palabra griega para perla es ‘maragon’) que se obtuvo de la emulsión de la sustancia grasa. Mege-Mouries obtuvo la patente por su creación química el 15 de julio de 1869 y, a su vez, ganó el codiciado premio de Napoleón. En la actualidad, la margarina se fabrica principalmente con grasa vegetal en lugar de grasa animal, y su popularidad se extendió en todo el mundo, cuyos principales mercados incluyen los EE.UU., Rusia, India y Alemania. No obstante, los franceses parecen preferir el producto nacional, la manteca.