Un día como hoy, en el año 1942, eran enviadas las primeras prisioneras a Auschwitz I. Este era uno de los tres principales campos de concentración que conformaban el complejo Auschiwtz-Birkenau, el mayor centro de exterminio de la historia del nazismo, donde murieron 1.100.000 personas. Fue construido en 1939, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, tras la invasión de los nazis a Polonia. Estuvo en funcionamiento desde el 20 de mayo de 1940 hasta el 27 de enero de 1945. Además de Auschwitz I, II y III, el complejo contaba con otros 39 campos de concentración subalternos. Hasta 1943, estuvo dirigido por el oficial Obersturmbannführer Rudolf Höss, luego reemplazado por Arthur Liebenschel y Richard Baer. Luego de la Segunda Guerra Mundial, Höss y Liebenschel fueron juzgados y condenados a muerte. Baer logró escapar y vivió durante varios años con una identidad falsa, hasta ser descubierto y arrestado a principios de la década de 1960. Muchas de las mujeres enviadas a Auschwitz I, entre 1943 y 1944 fueron víctimas de los terribles experimentos del doctor Josef Mengele. El objetivo de estos era crear una inyección para esterilizar a los prisioneros. Las mujeres que no se recuperaban rápidamente de los experimentos eran ejecutadas mediante una inyección letal de fenol.