La prostituta Mary Ann Nichols, primera víctima del asesino en serie ‘Jack el Destripador’, apareció asesinada y mutilada en el East End de Londres, barrio que vio cuatro víctimas más del asesino durante los siguientes meses, pero el sospechoso nunca fue encontrado. En la Inglaterra victoriana, el East End londinense era un tugurio lleno ocupado por casi un millón de ciudadanos pobres de la ciudad. Muchas mujeres se veían obligadas a recurrir a la prostitución, en 1888 se calcula que había más de mil prostitutas en la localidad de Whitechapel. Ese verano, un asesino en serie comenzó a apuntar a estas mujeres oprimidas. El 8 de septiembre, el asesino se cobró su segunda víctima, Annie Chapman, y el 30 de septiembre dos prostitutas más fueron asesinadas y descuartizadas en la misma noche: Liz Stride y Kate Eddowes. Para entonces, la policía de Londres había determinado el patrón de los asesinatos. El asesino se ofrecía a pagar por sexo, atraía a sus víctimas a una calle o plaza tranquila y luego cortaba sus gargantas. Luego las mutilaba brutalmente con el mismo cuchillo de seis pulgadas. La policía recibió decenas de cartas supuestamente escritas por el asesino, y la gran mayoría de ellos fueron consideradas un fraude. Sin embargo, dos cartas (escritas por la misma persona) aludían a hechos del crimen sólo conocidos por la policía y el asesino. Estas cartas, firmadas ‘Jack el Destripador’, dieron lugar al apodo popular del asesino en serie.