Un día como hoy en el año 1960, se descubre el primer asentamiento europeo conocido en América, cinco siglos antes que Cristóbal Colón llegara al Nuevo Mundo. Pregúntenle a la gente ‘¿quién descubrió América?’ y la respuesta frecuentemente llegará con una gran confianza y tal vez con un poco de desdén. Pero el 21 de julio de 1960 se hizo un descubrimiento en el extremo septentrional de la isla de Terranova que obligó a los historiadores a reevaluar los comienzos de la historia americana y arrojan una nueva perspectiva al alcance de los primeros viajes europeos. El explorador y arqueólogo noruego, Helge Ingstad, cuando buscaba pruebas de las primeras viviendas humanas en el noreste de Canadá, descubrió asentamientos que eran muy diferentes a cualquier otro antes encontrado. Los artefactos encontrados en las inmediaciones de los edificios eran compatibles con otros asentamientos vikingos, y confirmaron que mucho antes que Colón cruzara el Atlántico, los marinos europeos habían desembarcado en América. Colón es justamente reverenciado por su rol en el descubrimiento del Nuevo Mundo a fines del siglo XV, y siempre será considerado como una figura central en la historia americana. Pero los vikingos también merecen su reconocimiento por establecer el primer asentamiento europeo conocido en América unos 500 años antes del siguiente, y el descubrimiento de L’Anse aux Meadows será recordado como uno de los más grandes descubrimientos arqueológicos del continente norteamericano.