Nicolás V fue electo Papa de la Iglesia Católica, consagrado el 6 de marzo de 1447 adoptó el nombre de Nicolás V en honor a su protector y benefactor Niccolo Albergati. Sus ocho años de pontificado supusieron importantes hitos tanto desde el punto de vista político como desde el científico y literario. Políticamente, firmó el 17 de febrero de 1448 con el emperador del Sacro Imperio, Federico III, el Concordato de Viena o Aschaffenburg por la que este renunciaba a sus derechos sobre la Iglesia alemana a cambio del apoyo papal y de ser coronado emperador por el pontífice. Al año siguiente logró asimismo la renuncia y sumisión del antipapa Félix V y su reconocimiento, como pontífice único, por parte del Concilio de Basilea. Durante su reinado intentó convocar a los reyes cristianos a una cruzada para evitar la inminente caída de Constantinopla en manos de los turcos, pero su llamado fue ignorado y la ciudad cayó en 1453. Falleció enfermo de gota el 24 de marzo de 1455.