El 15 de noviembre e 1889 un golpe militar encabezado por el general Deodoro da Fonseca derroca al emperador brasileño Pedro II. El líder de la revuelta asume como presidente al tiempo que se proclama el reemplazo de la monarquía, que había regido al Brasil desde 1822, por un sistema democrático ordenado por una Constitución. Pedro I se exilia en Francia junto con su familia. El país cambia su denominación por Estados Unidos del Brasil y adopta un sistema federal de gobierno. Entre las causas que condujeron a la revolución del 89 pueden citarse la abolición de la esclavitud en el año anterior y la consiguiente crisis del esquema económico, junto con la existencia de un movimiento republicano que veía en la monarquía un impedimento para la modernización del Brasil.