Un grupo de habitantes de la región brasileña de Minas Gerais organiza una rebelión armada contra la decisión de la corona portuguesa de restringir la manufactura de metales preciosos procedentes de los yacimientos de la zona. Su líder es Filipe Dos Santos, un criollo comerciante de la región de Minas. Se reclama además contra el sistema impositivo implementado por la administración lusitana y el encarecimiento de los productos de consumo básico a causa de la presión fiscal. Las tropas coloniales aplastan la revuelta y queman las propiedades de los líderes rebeldes. Dos Santos es encarcelado y enjuiciado en la prisión de Cachoeira do Campo. El tribunal lo encuentra responsable del delito de rebelión y ordena su ejecución por la horca el 15 de julio de 1720.
