Eva Anna Paula Braun, fue la Primera Dama en las últimas horas del Tercer Reich, conocida por ser la amante y única esposa legal de Adolfo Hitler. Su relación con el Führer empezó en 1930, antes de la muerte de Geli Raubal, la sobrina de Hitler. Era una mujer atlética, de una atractiva belleza pasiva, risueña y alegre, muy dada a participar de las fiestas sociales, aunque odiaba las reuniones políticas nazis, precisamente por no poseer la condición de esposa del Führer. Hitler confidenció a algunos íntimos que Eva Braun no era muy inteligente y que eso era conveniente para él. Contrajeron nupcias el 29 de abril de 1945. Al día siguiente, a las 3:30 de la tarde, ambos ingresaron al despacho de Hitler. Eva recibió una dosis de cianuro y una pistola. Hitler mascó la ampolla y se dio un tiro en la cabeza; Eva no alcanzó a percutar la pistola, murió por el veneno. Sus cuerpos fueron incinerados, sólo parcialmente, con el Ejército Rojo a escasos 500 metros del búnker. Dos días más tarde, el Gran Almirante Karl Doenitz anunció por la radio la noticia: «Hitler ha muerto, luchando en Berlín».