La Operación Barbarroja fue el nombre en clave dado por Adolfo Hitler, el 11 de diciembre de 1940, para el plan de invasión de la Unión Soviética por las Fuerzas del Eje, durante la Segunda Guerra Mundial. La operación abrió el Frente Oriental, que se convirtió en el teatro de operaciones más grande de la guerra, escenario de algunas de las batallas más grandes y brutales del conflicto en Europa. La Operación Barbarroja significó un duro golpe para las desprevenidas fuerzas soviéticas, que sufrieron fuertes bajas y perdieron grandes extensiones de territorio en poco tiempo. No obstante, la llegada del invierno ruso acabó con los planes alemanes de terminar la invasión. Durante el invierno, el Ejército Rojo contraatacó y anuló las esperanzas de Hitler de ganar la batalla de Moscú.