El 13 de agosto de 1994 el presidente cubano Fidel Castro anuncia el retiro de las guardias de las costas cubanas. Días antes, se habían producido disturbios en la Habana por parte de grupos que expresaban su descontento con la crisis económica que atravesaba la isla. El anuncio de Castro inicia un espectacular éxodo marítimo en buques, barcas y sobre todo en improvisadas balsas creadas con elementos de uso cotidiano. Unos 32.000 cubanos se hacen a la mar para alcanzar las costas norteamericanas. La ley de ese país establecía que debía darse asilo a aquellos que alcanzaran las costas estadounidenses o la base militar de EE.UU. en Guantánamo, por lo que Washington inicia una operación para interceptar a los emigrantes antes que toquen tierra. Se estima que entre 2.000 y 3.000 personas murieron durante la travesía por las inclemencias del clima del Caribe.