En 1888 el gobierno del municipio de San Pablo le otorga la concesión a la compañía Doca do Santos para la construcción de un puerto a 70 kilómetros de la principal ciudad industrial del Brasil. En su construcción se convierten las tierras lodosas y abandonadas de la zona en costas protegidas por farallones e instalaciones de depósito y carga. El vapor británico ‘Nasmith’ es el primero en atracar en el puerto el día de su inauguración el 3 de febrero de 1894. En la actualidad la terminal portuaria cuenta con 7,7 millones de metros cuadrados de instalaciones. Anualmente pasan por los muelles de Santos 60 millones de toneladas de carga y es utilizado por empresas de toda América Latina para exportar su producción.