Fuerzas alemanas sorprenden a soldados aliados a lo largo del frente occidental lanzando 168 toneladas de gas venenoso contra dos divisiones francesas y una división canadiense en Ypres, Bélgica Este fue el primer ataque masivo de gas realizado por los alemanes que devastó la línea aliada. Inmediatamente después del ataque, Francia y Gran Bretaña comenzaron a desarrollar armas químicas y máscaras de gas. Con los alemanes a la cabeza, un gran número de proyectiles llenos de sustancias letales, como gas mostaza, contaminaron las trincheras de la Primera Guerra Mundial. A pesar de usar sofisticadas máscaras de gas y ropa protectora, los soldados de ambos bandos minimizaron la importancia de las armas químicas. Por esto se prohibió el uso de armas químicas en las guerras, y los defensores de la Segunda Guerra Mundial honraron en gran medida este acuerdo, principalmente por razones estratégicas militares Desde ese momento, las armas químicas fueron usadas en conflictos donde fueron funcionales, y siempre contra enemigos que no usaran máscaras de gas.
