El 24 de febrero de 1503, en su cuarto viaje Cristóbal Colón fundó lo que fue el primer asentamiento español en territorio continental: Santa María de Belén, dejando a cargo de la misma a su hermano Bartolomé. Una vez creada la colonia, lograron una alianza de paz con varias tribus indígenas, principalmente con la del rey Quibián de Veragua (actual República de Panamá), el que se entrevistó con Colón a bordo de una de sus naves. Los españoles tuvieron frecuentes conflictos con los indígenas, por lo que Bartolomé ordenó el arresto del rey Quibián y toda su familia. El monarca logró escapar arrojándose al río desde la canoa donde se encontraba encadenado, por lo que sus captores lo creyeron ahogado. Una vez en tierra, logró convencer a las demás tribus de atacar Santa María de Belén. Luego de varios exitosos ataques por parte de los indígenas, Santa María de Belén fue abandonada por sus habitantes, quienes partieron nuevamente a España.