La revolución mexicana se encontraba en un momento crítico tras sucesivas derrotas y la pérdida de muchos de sus líderes. Decididos a mostrar la vitalidad del movimiento emancipador, los delegados insurgentes reunidos en el Congreso de Apatzingán crean el primer ordenamiento político para el México independiente conocido como Constitución de Apatzingán. José María Morelos, da a conocer el documento que decreta el fin de la esclavitud, garantiza el derecho del pueblo a elegir sus autoridades y protege la libertad de prensa. Aunque su aplicación fue limitada, sirvió para demostrar la intención de los criollos mexicanos de continuar la lucha por un gobierno propio.