El Cardenal Richelieu (más conocido como Armand Jean du Plessis, Cardenal-Duque de Richelieu y de Fronsac) es reconocido en la cultura popular como el antagonista villano en Los Tres Mosqueteros de Alejandro Dumas. En realidad fue un líder muy exitoso que ayudó a transformar el gobierno. Conocido como ‘l’Eminence Rouge’ (la Eminencia Roja) en sus largas togas coloradas y sus modales imperiosos, era mucho más que sólo un clérigo; también era un noble y un estadista que obtuvo la posición de Primer Ministro de Francia, con poderes prácticamente similares a los del rey Luis XIII. En la actualidad, por lo general se lo considera como el Primer Ministro alguna vez designado en el mundo. Luego de su muerte, el Cardenal Richelieu casi literalmente perdió su reputación. Fue embalsamado y enterrado en la Iglesia de la Sorbona; además, durante este proceso, se extrajo la frente de su rostro y luego fue reemplazada. Durante la Revolución Francesa, su cuerpo fue exhumado, y su rostro embalsamado fue robado de su tumba; de alguna manera terminó en manos de una familia en Bretaña, que en ocasiones lo exhibiría o prestaría para estudiarlo. Finalmente, en 1886 Napoleón III los persuadió para que devolvieran el rostro de Richelieu y lo retornaran a su cuerpo dentro de su tumba. En 1895, se excavó la tumba una vez más como parte de una investigación del hundimiento en la iglesia, y se tomó una fotografía de su rostro momificado e incorpóreo, que se arregló con una sonrisa fantasmal.