Este calendario azteca, piedra del sol, monolito cósmico, es considerado probablemente el más importante monumento gráfico de la época prehispánica. Este espléndido testimonio de la grandeza de los pueblos prehispánicos, fue hallado en la plaza mayor de la ciudad de México el 17 de diciembre de 1790, a una distancia aproximada de 35 metros al norte de la actual jefatura de gobierno. Fue esculpido en el siglo XV, probablemente en tiempos de Ahuizotl (1486-1502). Otra versión (‘México a través de los siglos’), afirma que la fecha grabada en la misma piedra fija su construcción en el año 13 acatl (1479) y que la inauguración fue dos años después en el año 1481. Afirman también que las caras que salen de las bocas de las dos culebras corresponden, la de la izquierda al propio sol (tonatihu) y la de la derecha a la estrella (Quetzalcoatl), bien determinada por su signo. De acuerdo con esta versión, los cuatro cuadrantes que rodean a Tonatihu en el centro de la piedra, representan los cuatro soles de la cosmogonía azteca, y la propia piedra del sol representa el quinto sol.