En 2015, más de la mitad de la población mundial (un 54%, o 4.000 millones de personas) vivía en ciudades. En los últimos decenios la humanidad ha experimentado un crecimiento urbano considerable. Para el año 2030 se estima que unos 5.000 millones de personas vivan en ciudades. La vida en las ciudades supone una oportunidad de desarrollo para las personas, son un hervidero de ideas, centro de comercio, cultura, ciencia y comunicación, pero también plantean problemas de desarrollo sostenible, contaminación, infraestructuras y recursos. El Día Mundial de las Ciudades se promovió con el objetivo de promover el desarrollo sostenible de las mismas y fomentar la cooperación entre países para planificar la urbanización. Ello maximiza la capacidad de las ciudades para generar empleo y riqueza, y para fomentar la diversidad y la cohesión social entre diferentes clases, culturas, etnias y religiones. Las ciudades deben ser diseñadas para vivir juntos, crear oportunidades, permitir la conexión e interacción, y facilitar la utilización sostenible de los recursos compartidos. Uno de los retos más importantes de las ciudades es resistir ante los desastres naturales que últimamente han afectado a tantos núcleos urbanos. El tema de este 2018 es ‘Construir ciudades sostenibles y resilentes’. La Asamblea General de la ONU estableció, en su resolución A/RES/68/239 de 2014, el Día Mundial de las Ciudades para el 31 de octubre. En 2014, ONU Hábitat lanzó una iniciativa, Octubre Urbano, para poner de relieve los desafíos urbanos mundiales e involucrar a la comunidad internacional en el desarrollo de la Nueva Agenda Urbana, aprobada en octubre de 2016 en la ciudad de Quito durante la Conferencia de Hábitat III. Esta Nueva Agenda Urbana es una extensión del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11 de la Agenda 2030.