William Shakespeare fue un dramaturgo, poeta y actor inglés. Conocido en ocasiones como el Bardo de Avon (o simplemente El Bardo). Shakespeare fue, y continúa siendo, considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal. The New Encyclopedia Britannica señala que: ‘muchos lo consideran el mayor dramaturgo de todos los tiempos. Sus piezas se representan más veces y en mayor número de naciones que las de cualquier otro escritor‘. Shakespeare falleció el 23 de abril de 1616, y siempre se ha tendido a asociar su muerte con la ingesta de alcohol. Murió, según los comentarios más difundidos, como resultado de una fuerte fiebre, producto de su estado de embriaguez. Al parecer, el dramaturgo se habría reunido con sus colegas Ben Jonson y Michael Drayton para festejar algunas nuevas ideas literarias. Investigaciones recientes llevadas a cabo por científicos alemanes afirman que es muy posible que el escritor inglés padeciera de cáncer. Los restos de Shakespeare fueron sepultados en el presbiterio de la iglesia de la Santísima Trinidad (Holy Trinity Church) de Stratford (Londres). El honor de ser enterrado en el presbiterio, cerca del altar mayor de la iglesia, no se debió a su prestigio como dramaturgo, sino a la compra de un diezmo de la iglesia por 440 libras (una suma considerable en la época). El monumento funerario de Shakespeare, erigido por su familia sobre la pared cercana a su tumba, lo muestra en actitud de escribir, y cada año, en la conmemoración de su nacimiento, se le coloca en la mano una nueva pluma de ave.