El 5 de mayo de 1821, fallecía como prisionero en Santa Helena, una remota isla del Atlántico Sur, el militar y gobernante francés Napoleón Bonaparte. Fue el Emperador de los franceses y el Rey de Italia desde mediados de la década del 1800 hasta el año 1814. Napoleón, nacido en Córcega, Francia, el 15 de agosto de 1769, fue uno de los más grandes estrategas militares de la historia. A los 16 años ya se desempeñaba como teniente segundo de artillería. Después de un rápido ascenso, llegó a la cabeza del ejército francés en la invasión a Italia en el año 1796. En 1799, cuando Francia se hallaba en guerra con la mayor parte de Europa, Napoleón tomó el control del gobierno y de las fuerzas militares. En febrero de 1800 se convirtió en Primer Cónsul y reorganizó el ejército. Dos años después estableció un nuevo sistema legal: el Código Napoleónico y, posteriormente, fue coronado Emperador de los franceses. Para 1807, su imperio se extendía desde el río Elba hasta el sur de Italia, y desde los Pirineos hasta la Costa Dálmata, en Croacia. Su carrera militar comenzó a decaer en 1812. En 1815 fue exiliado a la isla de Santa Helena, donde falleció 6 años más tarde.