Un día como hoy, en 1955, moría el actor James Byron Dean, a los 24 años de edad. A las 5:45 de la tarde de aquel día, en Cholame, California, sufre un accidente automovilístico a bordo se su Porsche. Tanto el conductor del otro auto, un estudiante de 23 años de edad, como el pasajero de Dean, su mecánico Rolf Wütherich, sobrevivieron al accidente, aunque este último resultó gravemente herido. Hasta ese momento, solo una de sus películas se había estrenado, “Al Este del Edén” (1955). La célebre “Rebelde sin causa” se estrenó ese mismo año, poco tiempo después de su fallecimiento, pero Dean ya estaba camino al estrellato, y luego de su muerte pasó a convertirse en una leyenda y un icono cultural. Al año siguiente se estrenó “Gigante”, donde, al igual que en las dos películas anteriores, interpretó el papel protagónico. Comenzó a estudiar teatro desde muy joven, y tuvo papeles secundarios en varias películas, participó en programas de televisión y en obras de Broadway. Fue nominado al Oscar, luego de su muerte, como mejor actor en “Al Este del Edén” por su papel como Cal Trask y en “Gigante” donde interpretó al peón Jett Rink. Además de actor, Dean era amante de los autos de carreras. Durante el rodaje de “Gigante”, Dean se compró el auto con el que sufrió el accidente, un convertible Porsche Spyder, apodado “Little Bastard” (“Pequeño Bastardo”). Irónicamente, Rolf Wütherich se había encargado de poner a punto el auto de Dean, mejorar el motor y los cinturones de seguridad, ese mismo 30 de septiembre.