Representante del despotismo ilustrado, impulsó las políticas de reforma que permitieron al país superar en gran parte su grave atraso económico. Según la enciclopedia, el despotismo ilustrado es una forma de gobierno que se caracteriza por un reforzamiento de la autoridad real, frente a otros poderes como la Iglesia, por fomentar el desarrollo de la economía y la cultura, y en especial por prestar gran atención a las necesidades del pueblo, siempre al margen de su colaboración política. Al morir el 14 de diciembre del año 1788, fue sucedido en el trono por su hijo Carlos IV. Carlos IV fue una pieza fundamental para la política familiar en la lucha por recuperar la influencia española en Italia. En un principio heredó de su madre los ducados de Parma, Piacenza y Toscana (1731); más tarde, al conquistar Felipe V el Reino de Nápoles y Sicilia, en el curso de la Guerra de Sucesión de Polonia (1733-1735), pasó a ser rey de aquellos territorios con el nombre de Carlos VII.