El 2 de diciembre de 1814 fallecía, en Saint-Maurice, Francia, Donatien Alphonse François, más conocido como el Marqués de Sade. Del nombre de este filósofo y escritor deriva el término médico “sadismo”, una perversión sexual que consiste en sentir placer al provocar dolor físico a otro ser vivo. Nacido en París el 2 de junio de 1740, fue el autor de numerosos cuentos, novelas, obras de teatro y ensayos, en los cuales aborda la violencia, la sexualidad y el vicio como principales temáticas. Entre sus obras se destacan “Aline y Valcour”, “Juliette o las prosperidades del vicio”, “Justine o los infortunios de la virtud”, “La filosofía en el tocador” y “Las 120 jornadas de Sodoma”. Este último, del año 1785, cuenta las experiencias de cuatro hombres libertinos y adinerados que deciden entregarse completamente a sus pasiones y al placer, manteniéndose dentro de un castillo durante 120 días. La violencia, el caos y el asesinato juegan un papel importante en la trama de la historia. Sade pasó un total de 27 años de su vida encerrado: fue encarcelado bajo el Antiguo Régimen, la Asamblea Revolucionaria, el Consulado y el Primer Imperio francés. Sus obras estuvieron incluidas en el Índice de libros prohibidos de la Iglesia Católica. Los últimos años de su vida los pasó en un manicomio. Sade fue sepultado luego de una ceremonia religiosa, en contra de su voluntad, en el cementerio de San Mauricio, en Charenton.
