Cristóbal Colón, perdió su nave capitana, la Santa María, al encallar a media noche en un banco de arena de la isla La Española, o Haití para los nativos. La pérdida de la Santa María aconteció cuando Colón se hallaba descansando tras dos días sin dormir, mientras se encontraba al timón un grumete sin experiencia. Con ayuda de los indios, Colón envió lo que quedó de la Santa María a otra de las naves, la Niña. Con los restos de la Santa María se construyó el 12 de diciembre de 1492, el llamado Fuerte Navidad, en recuerdo de la fecha del desastre, al que trasladan la artillería de la nave destruida. Aquí quedaron 39 hombres, entre ellos un cirujano, un sastre, un tonelero, un carpintero, un calafate y un bombardero, con provisiones para un año y semillas para sembrar. El fuerte quedó al mando del alguacil Diego de Arana. El 16 de enero de 1493, Colón emprendió el regreso a España. Cuando vuelve al fuerte Navidad, durante su segundo viaje, sólo halló la construcción destruida y la guarnición aniquilada por los indígenas isleños.