Para reforzar a sus tropas en Sudamérica, España envía once transportes de tropas y la fragata Santa María de cuarenta cañones como escolta. Cinco buques de la marina chilena – Blanco Encalada, Chacabuco, Lautaro, San Martín y Araucano – atacan a la Santa María en la mañana del 28 de octubre y la capturan. La nave pasa a llamarse O Higgins y es usada para tender una emboscada a los transportes de tropas, que aun creen que enarbola la bandera española. De los once buques enviados desde Europa, cinco son capturados por los marinos chilenos. La flota patriota conjura el peligro del contingente de tropas enviadas a la región y se apodera de una valiosa flota de naves para su armada de guerra.