En el Campeonato Mundial de Futbol realizado en México, la selección brasileña alinea uno de los mejores equipos de todos los tiempos. La ‘verdeamarelha’ gana los partidos de la fase inicial contra Checoslovaquia (4-1), Inglaterra (1-0) y Rumania (3-2). Luego se impone a Perú (4-2), a Uruguay (3-1) y disputa la final con Italia, en la que se impuso tras golear a su adversario por 4 goles a 1. Es un torneo inusualmente limpio, y de hecho es el único mundial sin jugadores expulsados. También es el primero en ser televisado a color a todo el planeta por medio de una red de satélites. Curiosamente, el entrenador de Brasil, Joao Saldanha, había desechado a Pelé por una lesión en la cadera y por haberle detectado miopía. Poco antes del comienzo del mundial de México, Saldanha es despedido, reemplazado por Mario Zagallo y Pelé reincorporado al plantel.