El 15 de diciembre de 1999 los sirios estabilizaron sus relaciones con Jordania. Gracias a la mediación del presidente de EE. UU., Bill Clinton, sirios e israelíes retomaron el diálogo y como gesto de buena voluntad, los sirios buscaron abrir las negociaciones entre Líbano e Israel. La segunda ronda de conversaciones, ocurridas en enero de 2000, terminó sin ningún acuerdo, en tanto que la tercera ronda fue aplazada indefinidamente. Si bien Siria no estuvo en las negociaciones árabes israelíes de Moscú en febrero de 2000, aceptaron la mediación de la Unión Europea para mejorar el clima de las conversaciones con Israel. Cuando el 16 de abril de 2001, un bombardero israelí destruyó el radar sirio de Dhar al Baydar, Damasco no respondió. Fue una demostración de prudencia, pero también una manera de presentarse inobjetablemente como país agredido. Por otra parte, el mercado sirio -de 17 millones consumidores, el tercero en la zona- no está abierto a las exportaciones israelíes, y apenas a las norteamericanas.