Benjamín Harrison asumió la presidencia de los Estados Unidos el 4 de marzo de 1889. Llevó a cabo una serie de programas de fomento de la industria, reorganizó las Fuerzas Armadas y la administración, consiguió que se celebrara en Washington la primera Conferencia Panamericana y defendió una política fiscal excesivamente proteccionista. Harrison aprobó el Proyecto de Ley sobre las pensiones de los veteranos de guerra, en 1890 cuando se duplicaba el número de pensionistas. También acometió varias medidas reformistas de corte menor: un plan urgente de obras públicas, subsidios para las líneas de los vapores, bonificación para el estado, la devolución de los impuestos federales pagados por los estados del Norte desde la guerra, un incremento sensible en los gastos de defensa, así como la modernización de la Armada y del Ejército de tierra.