La Batalla de Farsalia, librada en Grecia el 9 de agosto de 48 aC., enfrentó a los ejércitos romanos de los emperadores Julio César y Cneo Pompeyo Magno, en el contexto de la guerra civil de la época. El origen de la guerra se originó después del fallido asedio a Dirraquium (sudeste de Europa) por parte de Julio César y en el cual Pompeyo había resultado victorioso. Luego Pompeyo contando con una ligera ventaja numérica de soldados y con la moral alta después del éxito de Dyrrachium, ofreció batalla y Julio César aceptó el desafío. En las dos horas que duró la batalla se contabilizaron más de 200 muertos sin contar las bajas causadas a las tropas auxiliares de Julio César y a la caballería aliada de unos 10.000 pompeyanos. Es muy posible que las bajas totales de Julio César alcanzaran los 1.200 hombres. Sin embargo, el enfrentamiento esta vez dejó como resultado la victoria cesariana.