La Batalla de Bouvines fue un decisivo choque militar entre el ejército francés y los ejércitos de una coalición de potencias europeas, que tuvo como fecha el 27 de julio de 1214, cerca del pueblo de Bouvines, en Flandes (en la actualidad perteneciente a Francia), a unos 16 km al sureste de la ciudad francesa de Lille. Los ejércitos de la coalición, que había decidido poner freno al creciente poderío de Francia, estaban liderados por el excomulgado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Otón IV, por su tío el rey Juan Sin Tierra, por Fernando, conde de Flandes, y por otros príncipes de menor entidad. El rey Felipe II de Francia, como comandante del ejército francés, tuvo el apoyo de Federico de Hohenstaufen, quien era el rival, apoyado por el Papa, de Otón IV para ocupar la corona imperial. Aunque Felipe ganó la batalla gracias a la superioridad de la caballería francesa y al apoyo de las milicias de las ciudades libres francesas, ambos bandos sufrieron miles de bajas. Como consecuencia directa de la batalla de Bouvines, Federico de Hohenstaufen fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Federico II en 1215 y Francia se convirtió en una de las primeras potencias de Europa.