La Batalla de Azincourt culminó con la inesperada victoria que las fuerzas inglesas, dirigidas por el Enrique V de Inglaterra, lograron sobre las tropas francesas comandadas por el mariscal Juan le Maingre, el 25 de octubre de 1415, en esta población del norte de Francia, en el transcurso de la Guerra de los Cien Años. Azincourt fue un hito clave de ese larguísimo conflicto, que dio inicio a una nueva fase del mismo, en que los ingleses se apoderaron de media Francia. Superados ampliamente en número, los soldados de Enrique V de Inglaterra pretendían restaurar los derechos de su rey sobre el control de los territorios que su corona poseía en Francia. Pero los franceses no pudieron recuperarse de Azincourt: allí habían perdido cinco duques, doce condes, 600 barones y multitud de caballeros, cortesanos y dirigentes. La estructura política, económica y militar de Francia había sido descabezada, y esta circunstancia produjo una confusión que permitió a los ingleses ganar tiempo y ejercer una hegemonía sobre el territorio continental francés, que luego llevó décadas neutralizar.