Un día como hoy, en el año 1998, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobaba el uso del sildenafilo, un medicamento oral utilizado para tratar la disfunción eréctil, popularmente conocido como Viagra. Originalmente, el químico había sido estudiado y sintetizado para tratar enfermedades como hipertensión y angina de pecho. Durante las investigaciones, los efectos sobre esta última fueron escasos, sin embargo, los químicos de la compañía farmacéutica Pfizer hallaron que la droga podía inducir una erección entre los 30 y los 60 minutos posteriores a la toma. El sildenafilo fue patentado en 1996 y dos años después recibió la aprobación para ser utilizado en el tratamiento de la impotencia. El éxito del Viagra fue instantáneo, durante el primer año las ventas alcanzaron los mil millones de dólares, reflejando el inmenso impacto que el medicamento tuvo en la sociedad. A pesar de requerir una prescripción médica, el Viagra se publicitaba en populares programas de televisión y podía adquirirse a través de internet. Esto llevó al nacimiento de diversos competidores, entre los que se destacan el tadalafilo, vendido bajo la marca Cialis, y el vardenafilo, comercializado como Levitra, Vivanza y Staxyn.