La Asamblea General de Naciones Unidas proclamó para el 17 de junio el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, con el objetivo de fomentar la conciencia pública sobre el tema, así como también la puesta en acción de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, en aquellos países afectados ya sea por graves sequías, por desertificación, o por ambas, en particular en África. La desertificación afecta a más de 110 países y cada año se pierden 6 millones de hectáreas de tierra productiva. En España se estima que el 40% del suelo está amenazado por los procesos de desertificación. Entre los principales factores que desencadenan esta situación se encuentran la explotación insostenible de los recursos hídricos, la contaminación química, la salinización y el agotamiento de los acuíferos, pérdidas de la cubierta vegetal a causa de repetidos incendios forestales, concentración de la actividad económica en las zonas costeras como resultado del crecimiento urbano, las actividades industriales, el turismo de masas y la agricultura de regadío.