La Asamblea General de la Organización para las Naciones Unidas (ONU) pidió el 9 de diciembre de 1949 la desmilitarización e internacionalización de Jerusalén, así como la protección de los lugares sagrados de Palestina y el libre acceso a los mismos. En la resolución 194 (III) se dispuso además el establecimiento de una Comisión de Conciliación de las Naciones Unidas para Palestina, integrada por tres Estados Miembros: Estados Unidos, Francia y Turquía, quienes asumieron las funciones encomendadas por el conde Folke Bernadotte (Mediador de las Naciones Unidas). La Asamblea encargó a la Comisión que ayudara a las partes a arreglar en forma definitiva todas las cuestiones pendientes entre ellas y que facilitara la repatriación, reinstalación y rehabilitación económica y social de los refugiados.