En la región donde se encuentra actualmente la ciudad de Quito se han encontrado vestigios de pobladores de una antigüedad superior a los 10.000 años. Uno de los últimos grupos que ocuparon la zona eran los integrantes del reino de los Quitios, que le darían su nombre a la capital ecuatoriana. En tiempos precolombinos se levantaba en el lugar una gran ciudad inca. Es allí donde, según algunos historiadores, habría nacido el último monarca incaico, Atahualpa I. La búsqueda del oro escondido por los súbditos de Atahualpa I motivó la colonización de la región y la fundación de la ciudad de Santiago de Quito el 6 de diciembre de 1534 por parte de la expedición encabezada por el español Sebastián de Benalcázar. Fue levantada sobre las ruinas de las construcciones indígenas, destruidas por los incas poco tiempo antes de la llegada de los europeos.