La rebelión de los indígenas peruanos se extiende y logra la adhesión de miles de pobladores del interior del virreinato. Una fuerza colonial fuertemente armada se organiza para reprimir a los nativos que en su mayoría tiene palos y machetes para defenderse. Las tropas del líder indígena rebelde Tupac Amaru II usan su número y fervor para derrotar a los 1.200 soldados españoles que los enfrentan en la batalla de Sangarará. Por primera vez, los ejércitos coloniales son arrasados por fuerzas americanas. Es el inicio de la guerra de exterminio contra los blancos declarada por Amaru II. La resistencia indigena continuará por años e inspirará a los independentistas décadas mas adelante.