Miguel Hidalgo, sacerdote de la ciudad de Dolores, es advertido de que la conspiración independentista de Querétaro, de la cual forma a parte, ha sido descubierta. Ante la inminente llegada de tropas para arrestarlo, el cura decide convocar al pueblo a una revuelta. En la mañana del 15 de septiembre, Hidalgo hace sonar las campanas de su parroquia para llamar a misa. Ante sus fieles, pronuncia un encendido discurso a favor de la libertad de los mexicanos. Su llamado, conocido como ‘El grito de Dolores’, convoca a miles de criollos e indígenas a sumarse a la causa patriota. Se inicia así el camino que conducirá a México a su emancipación.