La conferencia de Potsdam fue una reunión llevada a cabo en Potsdam, Alemania (cerca de Berlín) entre el 17 de julio y el 22 de agosto de 1945. Los participantes fueron la Unión Soviética, el Reino Unido y Estados Unidos, los más poderosos de los aliados que derrotaron a las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial. Los jefes de gobierno de estas tres naciones eran el secretario general del Partido Comunista, Iósif Stalin, el primer ministro Clement Attlee y el presidente Harry S. Truman, respectivamente. Se decidió que las cuatro potencias que ocupaban Alemania recibieran las reparaciones de guerra de las zonas que se les había asignado; sin embargo, se acordó que la URSS obtuviera compensaciones adicionales por ser la potencia que había sufrido más pérdidas. Se adoptaron las siguientes medidas de control para evitar que Alemania volviera a convertirse en una amenaza para la paz mundial: desarmar al país e impedir su remilitarización, declarar ilegal la principal organización del nacionalsocialismo alemán (el partido nazi o Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo) desarrollando un proceso de desnazificación por el que se creaba un tribunal internacional encargado de llevar a cabo una serie de juicios por crímenes de guerra y alentar los procesos entablados contra miles de antiguos miembros del partido nazi; descentralizar la economía y reorganizarla favoreciendo el desarrollo de la agricultura y limitando la producción industrial; y promover las prácticas democráticas en aspectos como la educación o el sistema judicial. Aunque la Conferencia de Potsdam fue considerada un éxito, muchos de los acuerdos alcanzados se incumplieron en el plazo de un año a causa de la creciente tensión y alejamiento entre los gobiernos de Europa occidental y la URSS que presagiaron el comienzo de la llamada Guerra fría.