El 8 de agosto de 1879 nace Emiliano Zapata en Anenecuilco, estado de Morelos (México), en el seno de una familia de pequeños propietarios de tierras. Zapata recibió la educación primaria en la escuela de la aldea. A los 16 años perdió a su madre y a su padre. La pequeña herencia que recibió le alcanzó para no tener que emplearse como peón en las haciendas que rodeaban Anenecuilco. No obstante, comenzó a interesarse en las injusticias que padecían los trabajadores rurales. En 1902 ayudó a las personas del pueblo de Yautepec (Morelos) que tenían problemas con el hacendado Pablo Escandón, acompañándolos a Ciudad de México para exigir que se le hiciera justicia. En 1906 asistió a una junta de campesinos en Cuautla, para discutir la forma de defender las tierras del pueblo. En septiembre de 1909 fue electo presidente de la junta de defensa de las tierras de Anenecuilco; allí armó un ejército de peones, casi todos indígenas, para formar parte de la Revolución Mexicana de Francisco I. Madero, que pretendía acabar con el régimen de Porfirio Díaz. Zapata comenzó su guerrilla en marzo de 1911, tomando Jojutla, Chinameca, y sitiando Cuautla. Más tarde tomó Cuernavaca. A pesar de la victoria de los maderistas, Zapata se negó a deponer las armas ya que todavía no se habían devuelto las tierras a los indígenas. Poco tiempo después se declaró en contra de Madero y formuló su propio programa de reforma agraria para redistribuir la tierra entre los campesinos. En los años siguientes creó las primeras Comisiones Agrarias, estableció el Crédito Agrícola, e inauguró la Caja Rural de Préstamos, en Morelos. En octubre de 1915, el gobierno de la Convención promulgó la Ley Agraria. El 10 de abril de 1919 fue asesinado en una emboscada organizada por el coronel Jesús Guajardo, en la hacienda de Chinameca.