El 9 de junio comenzó en el nuevo estadio Allianz Arena de la ciudad de Múnich, el mundial de Fútbol Alemania 2006. En el partido de apertura se enfrentó el equipo local con la Selección de Costa Rica, ganando Alemania por 4 a 2. Este mundial es recordado por su escandalosa final, disputada el 9 de julio, en la que se enfrentaron las selecciones de Italia y Francia. El partido terminó en empate 1 a 1 y tuvo que ser dirimido por penales, instancia en la que finalmente Italia derrotó a francia por 5 a 3, consagrándose campeón del mundo. Durante el segundo tiempo el francés Zinedine Zidane le propinó un fuerte cabezazo al italiano Marco Materazzi, lo que le valió la expulsión del que era el último partido de su carrera profesional.