Un día como hoy, en el año 1882, fallecía en Kent, Inglaterra, Charles Robert Darwin, uno de los más grandes científicos de la historia, quien sentó las bases de la biología evolutiva. Nació el 12 de febrero de 1809 en Shrewsbury, Inglaterra. Hijo y nieto de médicos, estudió medicina en la Universidad de Edimburgo siguiendo el consejo de su padre. Luego, en la Universidad de Cambridge cursó estudios de arte y religión, pero no llegó a interesarse por ninguna de estas disciplinas. Por esa época despertó su fascinación por la botánica, la entomología y la geología. A comienzos de 1830 recibió una invitación del reverendo John Hesnlow a realizar un viaje alrededor del mundo a bordo del HMS Beagle. El 27 de diciembre de 1831 Darwin emprendió el viaje que cambiaría la historia de la ciencia y el estudio de la evolución. En el viaje, el científico de 22 años de edad se dedicó a observar similitudes y diferencias entre las especies de los variados territorios de su recorrido. Así comenzó a gestar su teoría evolutiva que, muchos años después, plasmaría en su gran obra “El Origen de las Especies”, publicada el 24 de noviembre de 1859. “El Origen del Hombre”, libro en el que estudia la evolución humana a través de su teoría de la selección natural, fue publicado en 1871.
