El 19 de marzo de 1945 el general Friedrich Fromm era ejecutado por formar parte del principal atentado contra Hitler, conocido como complot del 20 de julio. Para el año 1944, muchos oficiales alemanes de alto rango creían fervientemente que el líder nazi debía ser detenido, y que la única manera para lograrlo era asesinándolo. Según el plan, luego de la muerte de Hitler, llevarían adelante un golpe de estado y un nuevo gobierno salvaría a Alemania de la destrucción total por parte de los aliados. Entre los participantes de este complot se encontraban el coronel Claus von Stauffenberg y los generales Friedrich Olbricht y Friedrich Fromm, entre otros. En la noche del 20 de julio de 1944, von Stauffenberg dejó un maletín con explosivos debajo de una mesa de la sala de conferencias donde Hitler se encontraba. La bomba explotó, pero no llegó a terminar con la vida del führer. Ante esta situación, Fromm ordenó el arresto de Stauffenberg y el resto del grupo, como manera de distanciarse del complot. Sin embargo fue arrestado y, meses después, juzgado por alta traición.