Durante la Primera Guerra Mundial, Vilna (capital de Lituania) fue ocupada por los alemanes de 1915 a 1918. El 16 de febrero de 1918, fue proclamada la independencia de Lituania. Luego de la retirada de las tropas alemanas, por un breve período, la ciudad fue controlada por una unidad de autodefensas reclutada entre la población polaca de la localidad. Poco tiempo después, Vilna fue ocupada por los bolcheviques, eligiéndola como capital de la efímera República Socialista Soviética Lituano-Bielorrusa. El 19 de abril, la ciudad fue conquistada por el ejército polaco, pero el 14 de julio de ese mismo año fue retomada por los soviéticos. Poco después, la retirada de la Ejército Rojo, vencido en la Batalla de Varsovia, se consiguió que la ciudad fuese entregada a la apenas restaurada Lituania. El 20 de julio de 1920, el tratado de Paz entre Lituania y la Rusia bolchevique, en el cual se reconoció a Vilna como capital de la República de Lituania.
