Nacido como Félix Rubén García Sarmiento en Nicaragua en 1867, es hoy mundialmente conocido por su seudónimo: Rubén Darío. Referente del modernismo en nuestro idioma por su obra ‘Azul…’, en sus poemas se perciben fuertes influencias de escritores franceses. Fue también representante de su país en el exterior ostentando distintos cargos, haciéndose evidente su compromiso sociopolítico también en sus obras como en ‘A Colón’. Son otras obras fundamentales ‘Sonatina’, ‘Lo fatal’ y ‘Canción de otoño en primavera’. Sus frases más célebres: -‘No dejes apagar el entusiasmo, virtud tan valiosa como necesaria; trabaja, aspira, tiende siempre hacia la altura’. -‘Y cuando la montaña de la vida nos sea dura y larga y alta y llena de abismos, amar la inmensidad que es de amor encendida ¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!’ -‘El eterno femenino puede tornar humano lo divino’. -‘Sin mujer, la vida es pura prosa’. -‘La muerte es de la vida la inseparable hermana. La muerte es la victoria de la progenie humana’.